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Guía básica para el cuidado de la piel

El skincare está de moda y hay tanta información que marea. Así que mi regla n° 1: No necesitamos todo lo que vemos en las redes, ni una marca x, ni porque sea un nuevo lanzamiento, etc. Además hay infinidad de productos en el mercado, y sus combinaciones hacen infinitas rutinas. Termina siendo una tortura. Por otro lado, la piel va cambiando y las necesidades también, esto nos aleja de encontrar una rutina ideal y que logremos la salud de la piel. Yo soy fan de todo lo simple y minimalista :)

Otro aspecto importante es qué cosméticos o tratamientos estoy dispuesta a usar:

¿Podría usar productos que fueron testeados en animales? ¡Ojo! Muchas marcas usan el slogan como marketing, pero sus testeos siguen siendo en animales.

¿Elijo una cosmética que no tenga ningún ingrediente controvertido? Por ejemplo, derivados del petróleo, parabenos, sales de aluminio, btms.

¿Elijo una cosmética con ingredientes afín a mi piel? Estoy descartando siliconas, perfumes, alcoholes, que me proporcionan un placer al usarlo pero un perjuicio a largo plazo.


Qué te recomiendo:


Los pasos básicos serían:

LIMPIAR

Limpiar la piel idealmente por la mañana (si a la noche usaste cremas de tratamiento, etc.) y por la noche (para limpiar la piel de la contaminación en el andar, sudor, partículas de polvo, protector solar, maquillaje). Si querés hacerlo sólo una vez, mejor por la noche.

Podes elegir el formato que quieras: cremas, leches, espumas, emulsiones, agua micelar, bifásicos, jabones sólidos, doble limpieza (limpiador en aceite + limpiador acuoso). Fijate que sea al pH de la piel (5,5). Si el limpiador es muy fuerte o muy astringente, vas a sentir la piel plastificada y tirante, eso es muy malo, porque barre todo el manto lipídico de la piel, la tenés que notar limpia y fresca.

Por más que el producto de limpieza se puede dejar en la piel (por ejemplo algún aceite que no tenga “detergentes”) enjuaga igual con agua. ¡Siempre!


HIDRATAR

Hidratar la piel idealmente de día (previo al maquillaje y al protector solar, para aportar agua y humectación a la piel, que funcione de barrera protectora) y de noche (después de limpiar, para aportar agua y humectación a la piel en las horas de descanso y de renovación celular).

Elegí la crema según tu tipo de piel.

Lo más importante en la crema es la cantidad de aceite que contenga y qué tipo de aceite. Una crema para piel seca va a ser más pesada y una para piel grasa más ligera, va a contener más agua. Además si tenes la piel sensible en ese caso suelen ser fórmulas bien sencillas y livianas. 

Hay otros activos que acompañan, hidrolatos o aguas florales (es difícil encontrarlos en cosmética tradicional porque encarecen muchísimo el producto), principios activos como por ej. ácido hialurónico (el de bajo peso molecular estimula la producción de colágeno y elastina en la piel y el de alto peso funciona como humectante reteniendo el agua), alantoína (es la baba de caracol vegana, para cicatrización de heridas y piel irritada), coenzima Q10 (es una enzima de la cadena respiratoria que actúa como antioxidante, a medida que envejecemos los niveles de q10 bajan), extractos botánicos (dependiendo de la planta, medio de extracción tendrá una función distinta según los compuestos que se aíslen) y miles más.


PROTECCIÓN SOLAR

Siempre, siempre, siempre.

En líneas generales hay protectores físicos (que actúan como barrera del sol al instante de aplicarlos, son los que dejan la piel blanca) y químicos (deben aplicarse 30 min antes de la exposición, y algunos compuestos son controvertidos como la oxibenzona, avobenzona porque ingresan al torrente sanguíneo y podrían ser perjudiciales para la salud). De todas formas recordá que “el riesgo de padecer cáncer de piel debido a la exposición excesiva al sol todavía supera el riesgo de cualquier daño potencial de los productos químicos”.

Los componentes que llevan los protectores necesitan solubilizarse en aceites, por eso son tan pesados, y tan difíciles de desparramar. Se ha mejorado mucho su textura y aplicación gracias a la nanotecnología (las nanopartículas permiten mejorar la solubilización) pero aún se desconoce el daño a largo plazo que pueden generar estas diminutas partículas al penetrar en el torrente sanguíneo. Así que hasta aquí los más seguros son los protectores físicos (con la dificultad de aplicarlos y quedar como momias jajaja). Solución válida a esto: protectores con color, ¡creo que es lo que se viene!


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